En ocasión del inicio de noviembre, “Mes de la Familia”, la Primera Dama Cándida Montilla de Medina encabezó una misa en su Despacho.
La actividad religiosa coincidió también con el Día de los Fieles Difuntos, por cuyas almas fueron elevadas oraciones.
Masiva asistencia
Acudieron ejecutivos, empleados y allegados al Despacho de Montilla de Medina, quienes interpretaron cánticos y oraciones en acción de gracias por las realizaciones de esa institución a favor de los sectores más vulnerables de la población.
Acompañaron a la Primera Dama, las Coordinadoras Técnica y la Administrativa, Martha Rodríguez y Luz Marina Alvarez, respectivamente.
También, Lourdes María Contreras, encargada de Gestión y Talento Humano; Francisco Núñez, encargado financiero y Piroschka Kalaf, encargada de Logística, entre otros.
La eucaristía estuvo a cargo del reverendo padre Gerardo (Jerry) Ramírez, quien basó su homilía en el Evangelio de San Juan.
Fue asistido por el diácono Tirso Concepción, encargado de Compras del Despacho de la Primera Dama y la psicóloga del programa Mujeres Saludables, Lucía Pérez.
El padre Jerry resaltó la importancia de creer y tener fe, para poder entender el plan del Creador para cada persona.
Para el bienestar, debe haber un bien estar
El sacerdote destacó que cuando los seres humanos creen en sí mismo y lo ponen en práctica en sus vidas, los resultados se reflejan en el trato hacia los demás, el trabajo y todo el entorno.
“El bien estar significa estar tranquilo, en paz, hacer el trabajo con amor, y que ese amor se refleje en la casa, con los amigos y los compañeros de labores. El bienestar es el resultado del bien vivir”, subrayó el religioso.
La primera lectura bíblica estuvo a cargo de Librada Uzeta; el salmo responsorial, lo pronunció Lisbeth González y la peticiones fueron hechas por Vicky Portalatín, empleadas del Despacho de la Primera Dama.