Un policía militar y un presunto pandillero murieron, y un agente resultó herido, tras un enfrentamiento armado en Tegucigalpa, capital de Honduras, en el marco del endurecimiento de las políticas de seguridad.
«Esta noche miembros de la Policía Militar del Orden Público realizaban operativos de seguridad en el sector de la colonia popular y fueron atacados a disparos por supuestos miembros de estructuras criminales», dijo a periodistas el vocero de la entidad, Mario Rivera.
Durante el ataque «perdió la vida el policía militar Omar Rosales, otro resultó herido. También se reportó la muerte de un supuesto miembro de esas estructuras», detalló.
El pasado 7 de diciembre entró en vigencia el «estado de excepción» decretado por la presidenta hondureña Xiomara Castro para enfrentar a los pandilleros del Barrio-18 y Mara Salvatrucha, que aterrorizan las barriadas pobres de las principales ciudades.
En esa ocasión el director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, comentó que en la operación participarán 20.000 policías en turnos rotatorios, incluyendo efectivos de la Policía Militar, creada por el anterior presidente Juan Orlando Hernández con efectivos de batallones.
Narcotraficantes y pandilleros han llevado a Honduras a registrar una tasa de cerca de 40 homicidios por cada 100.000 habitantes, más de cuatro veces del promedio mundial. Una crisis de seguridad que se ha prolongado y extendido en Centroamérica.
El Salvador mantiene una «guerra» contra las pandillas amparado en un régimen de excepción que se instauró el 31 de marzo en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo.
Cuestionado por organismos humanitarios internacionales, el régimen de excepción, que permite detenciones sin orden judicial, suma hasta ahora 60.452 supuestos pandilleros encarcelados.
En Guatemala también operan esas pandillas y junto con el narcotráfico son responsables en buena parte de las 3.210 muertes violentas registradas el año pasado.
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