A las 4 y 20 minutos de la madrugada  de hoy sábado, falleció en la ciudad de Jarabacoa,   S.E.R. Mons. Fabio Mamerto Rivas Santos, SDB, Obispo emérito de la Diócesis de Barahona, quien desde hace un tiempo venía afrontando problemas de salud.

 Sus restos serán expuestos  a partir de mañana, domingo 12 de agosto a las 10:00 a.m., en la Parroquia María Auxiliadora de Jarabacoa. El lunes 13, a las 10:00 a.m. se realizará una Misa de cuerpo presente, en la Parroquia María Auxiliadora de esa ciudad

Terminada esa celebración, los restos de Mons. Rivas serán trasladados a sede de la Conferencia del Episcopado Dominicano en Santo Domingo, donde serán recibidos y expuestos durante una hora.

Posteriormente será trasladado a  la Diócesis de Barahona donde serán velados en la Catedral Santa Cruz de Barahona. El martes 14 de agosto a las 10 de la mañana, conforme  al programa dispuesto por  Mons.

 Andrés Romero, obispo esa diócesis, se tendrán las exequias y la sepultura en la Catedral de Barahona.

Nació en Botijas, La Vega, el 11 de mayo de 1932, fue bautizado el 17 de octubre de ese mismo año en la iglesia La Concepción de La Vega. Fue ordenado presbítero en la Catedral Primada de América el 25 de marzo de 1965. El 24 de abril  de 1976 el Papa Pablo VI le nombro primer obispo de la Diócesis de Barahona, compuesta por las provincias de la región Enriquillo: Bahoruco, Independencia y Pedernales.

Emérito por Wikipedia:

Un emérito (del latín ex, por, y meritus, mérito; ‘por mérito, debido al mérito’) es aquella persona que, después de haberse retirado del cargo que ocupaba, disfruta de beneficios derivados de una profesión, especialmente docente universitaria o eclesiástica, como reconocimiento a sus buenos servicios en la misma. Por lo general, se concede al emérito la potestad de participar activamente en las tareas que le eran propias antes de su retiro.

En las congregaciones cristianas que poseen esos puestos, se contempla la transferencia de un papa, obispo o arzobispo al estado de ‘emeritazgo’, por el cual se le rescinden todas sus responsabilidades pastorales; pero puede seguir celebrando misa/predica, en la medida en que se lo permitan sus fuerzas, pues por lo general se trata de personas de avanzada edad.

Los (arz)obispos eméritos no forman parte de la Conferencia Episcopal; pero sí son llamados consultivamente por su experiencia y venerabilidad. Sí siguen perteneciendo al Colegio Episcopal. En algunos casos, cuando el Episcopado se encuentra en Visita Ad Limina, uno o varios Obispos Eméritos representan a la Conferencia Episcopal en ausencia de los Obispos que ejercen dichos cargos dentro de este organismo.